la tierra olvidada

La Mancha, tierra del más famoso hidalgo de la literatura, del añil y blanco en sus rodapiés, de vinos y quesos que roban el sentido. De la infinita llanura verde en septiembre, de la que Miguel Delibes afirmo «si el cielo de Castilla es tan alto, es porque lo levantaron los campesinos de tanto mirarlo».

Esa tierra que es mi eterno hogar, mi cuna y tesoro, que guarda cual tesoro aquellas personas que tanto amo. La esperanza de mis abuelos y su tesón, el orgullo manchego, las manos cansadas del cultivo.

La Tierra Olvidada explora el sentir manchego, el exilio y la labor. A través de seis profesiones se narra su idiosincrasia, su pasado y futuro. Mis abuelos, Luis y Juli, son la columna vertebral del largometraje, de un documental que hace justicia a aquellos que han sido relegados siempre a un segundo plano.

Con la inestimable colaboración de Félix Alcolea, narrador en el tráiler que aparece arriba, el documental recibió con orgullo el premio internacional CIOANN a obras audiovisuales. Resultó ser la perfecta catapulta para el desarrollo profesional del proyecto, y aliento suficiente para que siguiera adelante.

Un año de trabajo con pocos recursos, muchos amigos e incontables apoyos en el camino. Todos ellos son parte indispensable de la obra y su éxito.

La Tierra Olvidada persigue la verdad de los campos, de los caminos y la vid. Un espejo donde mirarnos todos sus oriundos y un recuerdo para todos aquellos que, por unas u otras circunstancias, se vieron obligados a dejarla atrás.